Que razón tenía mi jefe al decirme que nadie es imprescindible en el trabajo, ni en la vida, añado yo.
Que razón tenían los ancianos al advertirme de que no habrá suficiente sufrimiento que pueda destruirte por completo.
Que razón tenía mi madre al decirme que hay q resignarse con lo que te toca vivir.
Que razón tuviste al decirme que hay que luchar por lo que se quiere.
Que razón tienen las canciones que escucho, esas que hablan de amor, de desamor, de relaciones rotas o las que alaban esas relaciones que están empezando, las que hablan de la vida, de los sueños, de las pesadillas, del ayer, del mañana, del hoy, de ti , de mi, de ellos, de la muerte de ese ser querido que tanto duele.
Que razón tengo al seguir viéndome como me veo. Que razón tengo al quererme como me quiero, para que así, todos me quieran como me quieren.
Que razón tienen mis amigos al decirme que nada es demasiado importante como para quitarte las ganas de vivir, de querer, de sentir, de amar de nuevo, de soñar con un mañana próspero y feliz.
Y que equivocado he estado tantas veces al no escuchar todas estas razones....