….Paula se despidió de Israel en la puerta del bar, eran las diez menos cuarto de la noche, y la conversación que habían tenido le había generado muchas dudas en su cabeza, se empezó a plantear si realmente había hecho bien con apartar a Jesús de su vida, estaba empezando a echarle de menos, en esas pequeñas cosas, en esas que no se había dado cuenta que tenía hasta que desaparecieron.
Como le apetecía caminar, decidió irse al gimnasio a hacer ejercicio, ella siempre había encontrado alivio en el deporte, era su forma de pensar con claridad, vivía en un barrio normal de Madrid, uno de esos que lo tienen todo cerca, y su gimnasio no era una excepción, solo tenía que continuar recto calle abajo desde la puerta del bar de siempre y llegaría en no mas de 5 minutos.
Caminó despacio, absorta en sus pensamientos, pensando en Jesús y en lo que le había dicho su amigo, recordó sus ojos verdes entristecidos el día que le dejó y se le empezó a remover un sentimiento extraño, uno que hasta ese día no había tenido…..
Casi sin darse cuenta llegó a la puerta de su gimnasio, y decidió entrar para aliviar su cuerpo y su mente.
Salió a las 11 y media, cansada, mas que antes, pero con esa misma sensación extraña en su cabeza…..
Te lo dedico Pili
ResponderEliminarya hay segundo capítulo para conversaciones en el bar de siempre....
Pues ahora vamos a por el tecero! me gusta como continúa, y me encanta el paseo de Paula. Tiene que encontrase pronto con Jesús, a ver que pasa!
ResponderEliminarGracias por dedicarmeló!
Besos
el tercero depende de Paula,
ResponderEliminaraún está pensando en que puede ser ese sentimiento q la abruma...
cuando ella lo tenga claro seguirá la historia
muuuaaak