El día 20 fue el peor

El día 20 fue el peor, fue el día q nos dijeron que ya no había nada que hacer, q te morías, un cáncer galopante había formado metástasis y  era cuestión de horas…

Largas y cortas horas a la vez .

Tu estabas sentada en aquella sala de espera fría y gris, con mirada absorta, incrédula, tu pelo rizado se te vino a los ojos  y me miraste con esa carita que ponías cuando me querías dar pena, o me querías convencer para hacer algo, yo estaba sentando frente a ti, tu siempre fuiste la fuerte de los dos, así que  mis ojos verdes se empañaron de lágrimas  y el nudo del estómago me iba creciendo mas y mas rápido.

Fue entonces cuando nos pusimos a recordar…

recuerdos…, eso es lo que queda cuando alguien a quien quieres se muere, cuando esa persona desaparece de tu vida.

Recordamos aquel primer beso  tras las vallas de la estación en esa cálida noche de verano, vivimos como si  fuera ayer, el primer día que volamos juntos en avión y como me agarraste la mano con recelo por el miedo que me daba a mi volar o aquel viaje improvisado a Barcelona,  lo mal que empezó y lo bien que resultó terminar…

Sentimos esa inmensa alegría el día que aprobaste la carrera. Esa carrera que tanto esfuerzo te costó terminar.

Vimos, como si de una película  se tratase, como andábamos juntos por el paseo marítimo de aquella playa tan familiar para tí, aquella noche clara del mes de noviembre.

Oímos de nuevo los petardos de aquellas fiestas de tu ciudad, hoy tan lejanos, hoy tan sordos…

Nos reímos al recordar el día que decidiste ir a un  japonés  a enseñarme a comer con palillos, y por poco nos vamos sin cenar…

Recordamos nuestra primera discursión, era tan tonta, por un motivo tan banal que nos arrepentimos de haberla tenido, y de haber estado enfadados por ella…

Así pasamos, entre risas, recuerdos y añoranzas, tus últimas horas,   tus horas de vida, mis horas de muerte.

El día 20 fue el peor….